El pueblo de Valdesoto

                                                Siero (Asturias)

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Arte y cultura

Aunque bien pudiera parecer que Valdesoto no posee edificios arquitectónicos de gran importancia, lo cierto es que el número de construcciones de cierto interés existente es bastante numeroso. Como en la mayoría del concejo de Siero, el patrimonio artístico de Valdesoto se reduce prácticamente a la arquitectura hidalga rural, la cual, en no pocas ocasiones, y debido al paso por sucesivos entronques de las familias y a arrendamientos incontrolados, permanece en un estado más bien lamentable.

Posiblemente el edificio palaciego histórico más antiguo de Valdesoto sea el Palacio del Marqués de la Vega, o Casona del Valle, sita en Tiroco de Arriba, que en su origen debió construirse a finales del siglo XVII, y el cual está muy reformado. Este palacio consta del cuerpo central nobiliario, en una finca de grandes dimensiones en la que existen construcciones auxiliares como panera, cuadra, casas de colonos y una capilla privada pero abierta al camino público. Su emplazamiento, en lo alto de la loma donde se asienta Tiroco de Arriba, constituye un indescriptible mirador en altura sobre todo el valle de Valdesoto.

Palacio de los Covián - La PiniellaDe comienzos del siglo XVIII, más concretamente de 1706, el Palacio de los Camino o Covián en el barrio de La Piniella sigue los esquemas clásicos de los conjuntos de casonas hidalgas rurales. Este palacio se encuentra en el fondo del valle por donde discurre el río de Valdesoto, y consta de edificio de planta rectangular en tres alturas y capilla anexa, todo ello rodeado de muros de mampostería con una puerta de acceso principal de gran tamaño.Capilla de los Reyes - Les Xusticies

En el barrio de Les Xusticies se encuentra un conjunto compuesto de casona, capilla, panera y hórreo de un interés histórico-artístico evidente. La capilla, denominada Capilla de los Reyes, es de planta cuadrada, con pórtico sostenido por columnas estriadas. Su construcción parece datar ya del siglo XV, aunque posteriormente habría sido reformada en el XVIII. En su interior contiene un magnífico retablo de época barroca, elaborado en madera de nogal, y que representa la Epifanía o Adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús, con dos bustos superiores de San Pedro y San Pablo. Todo el conjunto está inspirado en este estilo arquitectónico, y puede fecharse en torno a finales del siglo XVII y principios del XVIII.

También del siglo XVIII es el Palacio del Marqués de Canillejas, antiguo Palacio de los Carreño-Solís, o simplemente, Palacio de Valdesoto. Posiblemente es el edificio histórico más sobresaliente de la parroquia y, desde luego, el que más llama la atención a quien por primera vez visite esta. Este palacio está enclavado en una pequeña colina, en el barrio de Los Tilares de Leceñes, la cual está orientada hacia el Sur-Suroeste, constituyendo un mirador envidiable de toda la Cordillera Cantábrica y de la Sierra del Aramo. El palacio es muy sencillo de líneas, y se puede situar en la línea de la arquitectura desornamentada del siglo XVIII. Es de planta cúbica en dos pisos, donde en el sector N.O. se levanta un tercer piso más a modo de pequeña torre. El interior se articula en torno a un patio central cuadrado de dimensiones reducidas, siendo la fachada Sur la más noble del edificio. Adosado al palacio existe una pequeña capilla de finales del siglo XIX de gusto historicista. Todo el edificio está rodeado de un inmenso jardín amurallado de corte e inspiración barroca, también de finales del siglo XIX, en el que destaca la fuente sita en la entrada principal y la exuberante vegetación de todo él. Tanto el edificio como los jardines anexos se han incoado recientemente como Bien de Interés Cultural.

En el barrio de Leceñes se encuentran también dos muestras más de la arquitectura rural de las nuevas clases sociales emergentes, cuya riqueza no deriva sólo de la explotación agropecuaria, sino también, o exclusivamente, de las actividades industriales o financieras. De este modo, la Casona de los Faes, o simplemente la Casona para los lugareños, es un edificio noble datado en el siglo XIX, construido por los descendientes de la familia hidalga de los Faes, apellido noble muy frecuente en esta parroquia y de cierta influencia en los siglos pasados. El deseo de ostentación en este edificio se manifiesta en sus formas neoclásicas, sus corredores, galerías y buhardillas. De planta cuadrada y tres alturas, la Casona tiene anexos varios edificios como cuadras y paneras, algunos de ellos quizás más antiguo que ella propia (posiblemente del siglo XVIII), y bellos patios ajardinados.

El otro edificio se conoce como la Casona de Leceñes, muy próximo a la Casona de los Faes. En este caso, la fecha de construcción data de finales del siglo XVIII. Se trata de una casona hidalga de planta rectangular distribuida en dos alturas, con un pequeño patio en el que se encuentran también anexas una panera y un pajar.

Otro edificio histórico interesante son las Escuelas de Faes, construidas a comienzos del siglo XX. Se estructura en tres cuerpos, uno central destacado en altura y dos laterales correspondientes a las aulas para niños y otro para las niñas (hoy día, este último ala está ocupado por el Centro de Salud de la parroquia). En el balcón central modernista existe a modo de ménsula un busto femenino, en el que se encuentra el escudo del concejo. Esta escuela está actualmente reformada, y el aula para niños aún acoge la Escuela de Preescolar de Valdesoto.

Aparte de la arquitectura civil ya comentada, existen casas solariegas particulares, menos pretenciosas, que también han llegado a nuestros días, reformadas, pero con una antigüedad también importante (siglos XVII - XVIII), como podría ser la actual Villa Cecilia en Faes, con un interesante corredor de madera y un reloj solar en la fachada.

En cuanto a la arquitectura religiosa, aparte de las capillas mencionadas como parte integrante de los palacios donde se encuenIglesia Parroquial de San Felixtran, destaca sobremanera la Iglesia Parroquial, sita en La Carretera de Leceñes. En consonancia con el tamaño que tenía y tiene la parroquia, y con su número de feligreses, esta iglesia es de grandes dimensiones, construida en el siglo XVIII, y que presenta las características arquitectónicas propias de las iglesias de tipo rural asturiano, con una sola nave, cabecera rectangular, añadidos laterales y pórtico en la fachada Sur. Restaurada tras la Guerra Civil, tiene adosada la capilla funeraria de los marqueses de Canillejas, de estilo modernista, en la que destaca especialmente el cimborrio que la remata.

Debido a la gran dispersión de los barrios que conforman la parroquia, existen muchas capillas en estos donde se realizaban los actos litúrgicos. Actualmente se conservan las capillas de San José en Corripos, Santo Toribio en Faes y San Agustín en Castiello.

 

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